Primero, derroque a un presidente. Después, contrate a un cabildero.
De esta forma se inicia un reportaje publicado por el diario estadounidense The New York Times que da cuenta de cómo el gobierno de facto de Roberto Micheletti ha gastado hasta US$400 mil en bufetes de abogados y agencias de relaciones públicas cercanas a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el ex candidato republicano, John McCain. Ello, según el diario, ha influido en la forma en cómo la administración de Barack Obama ha enfrentado la crisis, enviando señales que según algunos, no son del todo claras y también han retrasado la aprobación de dos nombramientos clave para Latinoamérica.
La campaña a favor de Micheletti cuenta además con la simpatía de ex funcionarios responsables de fijar la política hacia Centroamérica en los ochenta y noventa –Otto Reich, Roger Noriega y Daniel Fisk– quienes comparten la visión de que Honduras no es sino un campo de batalla en una lucha en que se juegan los intereses que Cuba y Venezuela tienen en la región. “Lo que ocurra en Honduras podrá ser visto a futuro como el momento en que a Hugo Chávez se le detuvo en su intento por socavar a la democracia en la región”, le dijo Reich en julio al Congreso. Ello ha ayudado a que un grupo de legisladores republicanos, encabezados por el senador Jim DeMint, apoyen a Micheletti y, a cambio, tengan paralizada la designación de Thomas Shannon como embajador a Brasil.
Fuente:El periódico Guatemala
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